HERENCIA: Un legado histórico.
1730
Es la fecha en que la familia Domecq llega a España. Un apellido que está íntimamente relacionado con la producción de alimentos y vinos de alta calidad,como el jerez y los brandies.
Un saber que ha trascendido de padres a hijos.Siempre acompañado de su segunda pasión, la cría de animales en libertad, como los cerdos100% ibéricos.
1970
Juan Pedro Domecq Solís comenzó la cría del cerdo100% ibérico en su finca sevillana de Lo Álvaro.
En una ambiciosa búsqueda por crear el jamón más exquisito, Juan Pedro confió en diferentes estudios llevados en colaboración con diversas universidades españolas. El resultado lo encontramos en una variedad única el cerdo 100% ibérico lampiño marmellado.
2000
Con el apoyo de su hijo Juan Pedro Domecq Morenés lanza al mercado un producto de excelente calidad, teniendo a sus espaldas toda la experiencia en la crianza del cerdo 1 0 0 % ibérico.
HOY
La quinta generación de criadores y empresarios de la más alta calidad sigue representada por la familia Domecq: Juan Pedro, Teresa e Isabel.
VERDAD: Nuestros cerdos. Nuestra granja. Nuestro oficio.
RAZA 100% IBERICA MAMELLADO-LAMPIÑO
Una raza única casi extinta seleccionada por el fundador como la mejor para la fabricación del jamón ibérico de bellota por su capacidad de conversión de la bellota e infiltración de la grasa.
Una raza que se caracteriza por cerdos de talla pequeña, lampiños (sin pelo), de coloración oscura, pata fina, y que presentan mamellas (apéndice carnoso en la parte anterior del cuello).
GANADERIA PROPIA DE PRODUCCIÓN LIMITADA
Los cerdos nacen en nuestra granja situada dentro del Cortijo Lo Alvaro, nuestra casa familiar, al cuidado de Vicente y Claro, nuestros porqueros. Esto nos permite garantizar nuestro compromiso de producción: solo productos 1 0 0 % Ibéricos de Bellota (madre y padre 1 0 0 % ibéricos).
Nuestra producción está limitada a 3.000 cerdos por año, limite que nos permite mantener el control total de la misma en todo momento.
LA ALIMENTACIÓN
Nuestros cerdos viven en libertad en grandes extensiones de Dehesa desde que son lechones y hasta su sacrificio. Esto les permite disfrutar de 2 montaneras a lo largo de su vida, cada una de ellas de 4 meses, casi el doble del tiempo de montanera que exige la norma para su calificación como “bellota” (60 días).
Son sacrificados con una media de edad de 22 meses, muy por encima de los 14 meses exigidos por la norma de calidad. Esto se refleja en un aroma y sabor más intensos.
TIEMPO: Producción artesanal, un proceso lento y minucioso.
EL PROCESO DE PRODUCCIÓN
LA SALAZÓN
LA CURACIÓN Y LA CALA
2022